miércoles, 31 de mayo de 2017

LOS VALORES Y NUESTRO DESTINO


Los valores, aquellos de los que tanto dependemos, a los que tan unidos estamos aunque no seamos conscientes de ello...los valores son una parte fundamental en nuestras bases de relaciones humanas, un valor es eso que te inculcan desde niño o simplemente la vida misma pero siempre los respetas o al menos lo intentas.

Nuestros valores nos condicionan en nuestro día a día, de ellos depende nuestra conducta social e individual.

Cuando te repiten día a día que unas cosa está bien o mal, tu vas a creer que eso es así y eso con el tiempo puede que llegue a convertirse en un valor propio, personalmente le doy las gracias a mis padres por enseñarme que lo más importante es ser bueno, que si eres buena persona puedes llegar lejos ,querer y que te quieran, respetar y que seas respetado, pero cuando uno es malo eso no es tan fácil porque sí, puedes llegar lejos, pero sinceramente, ¿merece la pena llegar lejos y que te odie todo el mundo que te rodea?¿No es mejor ser feliz y querido? Pero tampoco quiero adentrarme en el lo que es el bien y el mal que con esto es suficiente. Quiero suponer que todos nos consideramos buenas personas y intentamos hacer todo lo mejor que podemos.

Pero la cosa no es siempre tan bonita, no siempre los valores que nos inculcan nos dejan ser libres y volar, volar muy alto. Estos considerados valores desde mi punto de vista no lo son, no es un valor el que te impide ser feliz, ese es el valor del que te lo inculcó, no el tuyo.

Pondré un ejemplo,  una persona con falta de tolerancia y respeto no es capaz de comprender que una persona sea diferente, no puede entender que alguien sea, por ejemplo, homosexual, dicha persona le inculcará a su hijo estos valores, pero su hijo es homosexual ¿qué pasa ahora?
Lo primero que pasa es que ese niño va a tener muy difícil las cosas, para ser feliz y libre se va a tener que enfrentar a quien probablemente más quiera y hacerle ver a su padre que sus valores son una mierda (perdón por la expresión), y que no sirven para nada, pero para que se enfrente a ello tiene

que tener otros valores que puede que no le hayan inculcado: el carisma, la voluntad, el sacrificio y la superación.
¿Qué pasa si el niño o ya no tan niño no tiene estos valores?
Lamentablemente lo que ocurrirá entonces será que aparte de ser infeliz durante el resto de su vida, si esta persona no es fuerte mentalmente puede caer en una grave depresión que posteriormente le puede llevar incluso al extremo del suicidio.

Dicho esto quiero dejar claro que hay que olvidarse de prejuicios y de tonterías, que si realmente quieres que tu hijo sea feliz enséñale y educado para que, lo primero, se quiera y se respete, segundo para que tenga seguridad en sí mismo y tercero para que aprenda a no darse por vencido,  para que aprenda a luchar como Desmond en Hasta el último hombre y sobre todo para que aprenda a volar, que vuele a su manera, pero que vuele, que cada vez que se acueste en la cama se acueste siendo feliz.

Porque, queridos padres del mundo, de vosotros depende en parte nuestro destino, educadnos para ser fuertes, felices y guerreros.


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